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Nueva imagen y merchandising para San Ginés

San Ginés es una chocolatería que, más allá de su carácter comercial, ha llegado a convertirse en un símbolo más de la ciudad de Madrid. Por historia, ubicación, y calidad en su servicio es ya un destino de peregrinación para turistas y locales.

Como parte de este éxito, su dirección ha decidido expandir sus actividades al mundo de los helados artesanos, abriendo un nuevo local en la zona. Para darlo a conocer han confiado en nosotros.

Nuestra colaboración con San Ginés comenzó hace un par de años cuando creamos, junto con las artistas plásticas Chapatte & Leyva, diversos murales tanto para interior como exterior, con motivos tradicionales de Madrid pero filtrados con un tratamiento más moderno.

Dichas creaciones se han convertido ya en parte indisoluble de la marca, así que en esta ocasión hemos vuelto a trabajar con Chapatte & Leyva para desarrollar toda una línea de imágenes y objetos que comuniquen la nueva heladería pero dentro de su tradición eminentemente madrileña.

La idea del oso polar con un helado de chocolate, reflejo del oso y el madroño tradicional fue el punto de partida para crear el universo gráfico principal, con el osito como mascota.

Por otro lado al que se le fueron añadiendo otros símbolos, algunos ya utilizados en la chocolatería: una menina, la cúpula de San Ginés, diversos personajes de Goya, etc.

Cafetería San Ginés

Si un día de estos os pasáis a tomar un chocolate en el castizo local de San Ginés, veréis los nuevos paneles decorativos, realizados por las artistas plásticas Chapatte y Leyva, con nuestra colaboración en labores de edición digital.

Mezclar el medio analógico con el digital permite crear imágenes con una profundidad que no alcanzaríamos sólo mediante herramientas de software o pinceles.

Las artistas plásticas Chapatte y Leyva acumulan una gran experiencia en la realización de murales y obras artísticas sobre soportes como el aluminio o el papel con unos resultados asombrosos en cuanto a profundidad y calidad de texturas.

En sus últimos trabajos Mensaje ha colaborado con ellas realizando en equipo el trabajo de fotomontaje y retoque mediante software digital, que permite enriquecer y multiplicar las posibilidades artísticas y decorativas de su trabajo.

Podéis ver más trabajos de Chapatte y Leyva AQUÍ

Chuso Ordi.

Simplemente brutal. Chuso Ordi es nuestro último descubrimiento, y nos ha impresionado; por unos dibujos con una increíble fuerza visual y desinhibidamente pop y ecos underground pero también por la profundidad de contenido de sus obras, que no sólo excitan nuestros ojos en un primer impacto, sino que nos inquietan y fascinan por lo que narran y por lo que sugieren en su interior.

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Noma Bar, el rey del espacio negativo.

Noma Bar es un diseñador, ilustrador, artista gráfico, etc… israelí afincado en Londres que ha ido perfeccionando un personal y característico estilo basado en el espacio negativo hasta conseguir una depuradísima y muy reconocible obra gráfica.

Con un estilo minimalista, un sutil sentido del humor y una paleta de colores muy básica pero escogida de forma muy precisa, sus formas contienen siempre diferentes niveles visuales que juegan con nuestra percepción. Siempre hay que buscar varios significados en sus, en apariencia, simples imágenes, porque suelen esconder una o más figuras escondidas en el fondo, figuras que siempre ofrecen el contrapunto que cierra el significado final de cada obra. A veces es sólo un detalle, un trazo o una letra, pero es rara la pieza que no esconde algún secreto.

A nosotros nos parece uno de los diseñadores e ilustradores más grandes e inteligentes de nuestro tiempo, y así se le ha reconocido sobre todo en Reino Unido al ser escogido para diseñar bastantes portadas para publicaciones como Esquire, The Guardian, The Economist, UKNow, etc.

Su perfeccionamiento del doble sentido visual  lo ha llevado a escribir libros y a ser incluido en todo tipo de recopilaciones sobre diseño, libros pedagógicos, lecciones en escuelas sobre fondo y forma, etc.

También es el diseñador de cabecera para los libros del escritor norteamericano Don DeLillo, un autor de escritura áspera, dura, fría, poderosa, muy sugerente, a la que le cuadra maravillosamente el estilo mínimo de Noma Bar.

No os perdáis ni una sola de sus obras, pocas veces lo diremos tan convencidos: merecen la pena.

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Oriol Jolonch, entre el sueño y la pesadilla.

No conocíamos a este fotógrafo creador de realidades soñadas hasta que recibimos de su parte uno de esos mails que (está feo que un publicista confiese esto) suelen ser borrados directamente sin apenas echarles un somero vistazo. Sin embargo, la sugestiva imagen que lo acompañaba y la posibilidad que ofrecía de adquirir piezas fotográficas a precio muy razonable nos llamaron la atención y decidimos, por una vez, hacer click a ese un mail propagandístico y visitar la página de dónde hemos extraído estas obras.

Oriol Jolonch es un fotógrafo y artista digital barcelonés que, en sus palabras realiza «trabajos básicamente fruto de la imaginación, algunos de ellos meditados y estudiados con detenimiento y con un largo recorrido detrás, otros sin embargo son como pequeños destellos de lucidez que de vez en cuando le atacan a uno y que después intento plasmar en forma de imágenes fijas, sin ninguna pretensión mas que la de hacer que la gente se detenga unos instantes delante de la imagen y la observe con un poquito mas de atención, y si quiere, se haga algunas preguntas o se imagine la historia que podría haber detrás de cada escenario haciendo una reinterpretación de la realidad. Inducir al espectador a confundir realidad y ficción.»

Es cierto que hay muchísimos artistas, hijos digitales de Dalí que, gracias a la popularización de photoshop, realizan un tipo de trabajo parecido, creando realidades inventadas y mundos imaginarios con pericia mediante la técnica del fotomontaje digital. Pero lo que diferencia a un buen creador de sueños es la sensibilidad, el sentido estético, el carácter poético y la capacidad de fascinación y sugerencia que despierten dichas composiciones.

Y en el caso de Oriol Jolonch, encontramos esas virtudes en abundancia.

Comencemos el viaje.

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